lunes, 16 de noviembre de 2015

Veo, veo... ¿qué ves?

Estas últimas dos semanas nos hemos introducido en el divertido arte de averiguar qué sonidos tienen nuestros nombres... ¡son más de los que parecen!

Para ello, hemos repasado primero el alfabeto dactilológico. Es el alfabeto que la comunidad sorda usa para deletrear, así matamos dos pájaros de un tiro: seguimos trabajando sobre la sordera y, al mismo tiempo, trabajamos discriminación fonemática. ¿Y eso qué es? La capacidad de distinguir entre los diferentes sonidos que aparecen en nombres... ¿Y en qué nombres? ¡Pues en los nuestros! Por ejemplo...

La E de... ¡elefante!

La I de... ¡indio!

La N de... ¡nube!

La J de... ¡jabalí!

La A de... ¡amiga!

La O de... ¡ornitorrinco!
Podéis jugar en casa a juegos como el "Veo, Veo" y "De la Habana vino un barco, un barco cargado de..." para mejorar esta habilidad con vuestros chicos... ¡y disfrutar juntos de lo lindo!

La semana que viene veréis más en las revistas... ¡permaneced atentos a vuestras pantallas!

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lunes, 9 de noviembre de 2015

La revista de octubre

Cada mes os ofreceremos una pequeña revista para seguir trabajando los contenidos de clase en casa de una forma lúdica y divertida. Este mes ha venido un poco tarde, con todo el jaleo de Halloween no entregamos la revista de octubre el último viernes de mes, sino el viernes pasado. Por si queréis sacar más copias o pasárselas a alguien, aquí la tenéis disponible para su descarga:


¡Hasta luego!

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lunes, 2 de noviembre de 2015

Los rincones van tomando forma...

¡Hola a todos!

Después de un fin de semana de miedo, volvemos a la rutina... Esta semana hemos continuado con el trabajo por rincones.

¡Salto de grupo! Ya lo iremos haciendo más mono...
 Los dos ejercicios que os vamos a enseñar hoy son el de Praxias (la casita de la lengua) y el de respiración y soplo (vela y flor).

Como podéis ver, comparten un espacio... juntos, pero no revueltos.

Cada loco con su tema
En la casita de la lengua, imitamos a nuestro capitán para tener una lengua fuerte, unas mejillas robustas y un paladar flexible... ¡casi ná!

Como decíamos ayer...
 En el rincón de soplo, los chicos tenían que unir con la tiza la vela y la flor... ¡a su gusto! Una vez unidas, se huele la flor, se pasa el dedo por la tiza aguantando la respiración y se apaga la vela con un gran soplido... ¡de Lobo Feroz!

Dejadme un segundo, que termino... ¡ya está, la autopista central!
Y, al terminar, nos hemos ido sopla que te soplarás por el bosque encantado...

¡Fantasmas a mí!
La semana que viene... ¡más y mejor!
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